martes, 23 de febrero de 2016

Regreso a lo natural, descubrir la naturaleza con los 5 sentidos...

Las vacaciones son una gran oportunidad para que las niñas y niños, junto a sus familias se acerquen a la naturaleza y disfruten de ella... 
Nuestro país es privilegiado ya que cuenta con paisajes hermosos y una naturaleza fascinante, lo que nos permite conectarnos con la tierra, las hojas, animales, árboles, agua, sin embargo la tecnología, el sedentarismo, el miedo a explorar y a la autonomía de los niños y niñas, han construidos un grupo social inserto en las ciudades y completamente alejados de la naturaleza.
Por lo que apoyar la habilitación de espacios públicos en la cual niños y naturaleza coexistan e interactúen por medio del juego, es fundamental, para que de esta forma se apalee el fenómeno denominado "Trastorno por déficit de naturaleza", este trastorno es la disminución del uso de los sentido, dificultades de atención, obesidad, problemas de salud mental, también lo podemos definir como aquella situación en la que la personas viven una persistente desconexión de la naturaleza y todo lo que el contacto con la naturaleza conlleva: paseo, deporte etc"... Por lo tanto, fomentar el desarrollo de nuestras niñas y niños en espacios amigables, sustentables y verdes es un objetivo que debemos plantearnos para darle solución a este nuevo fenómeno.





miércoles, 28 de octubre de 2015

Ruidos nocturnos y otras peculiaridades de los recién nacidos

La llegada de un recién nacido es un acontecimiento extraordinario para toda la familia. Sin duda para los padres es uno de los hechos vitales más emocionantes que van a tener en sus vidas. 

Sin embargo es también una época muy cansada, que a veces rompe radicalmente con la vida llevada hasta el momento. El cansancio intenso choca con el estado de hiperalerta en el que sin embargo suelen estar las madres. Es curioso cómo algunas que hemos dormido como troncos la mayor parte de nuestras vidas, luego somos capaces de detectar el mínimo sonido o movimiento que hace el bebé, a pesar de estar rendidas y estar funcionando diariamente con muy pocas horas de sueño en la cuenta de resultados.

Muchas familias se hacen con intercomunicadores de última generación sin saber que por lo menos por la noche, poco los van a necesitar en realidad más que para tener sentimiento de seguridad.



Yo recuerdo despertarme con frecuencia al menor ruido. De hecho todavía me pasa cuando alguna de mis hijas (como me ha pasado esta noche pasada, en que la pequeña estaba con fiebre) se mueve más de lo normal o habla por la noche, como si un sexto sentido se activara a pesar de que haya distancia física.

Como os decía por la noche me pasaba -y me consta que le pasa a muchos padres recientes- que me despertaba a la mínima. Uno de los ruidos que me hacían despertar es un ruido muy peculiar que hacen los bebés al dormir, especialmente las primeras semanas de vida. Es como un gorjeo, un ronroneo, a mí me recuerda a escuchar gatitos. El otro día una familia me hizo reír diciendo que más que un gatito su bebé "parecía un caballo", de la intensidad que tenía el ruido. Ronroneos, balbuceos, pequeños suspiros, son habituales y normales en el recién nacido y el lactante pequeño y no deben alarmarnos. No significa que exista ningún tipo de problema al respirar (aunque es cierto que si por causalidad tiene mocos, el "concierto" va a ser bastante más sonoro).


En lo referente a la respiración, también existe un fenómeno peculiar que es la respiración periódica. El prematuro la hace con mucha frecuencia y los recién nacidos a término, a veces durante el sueño. El bebé realiza una pausa respiratoria cortita, que no suele durar más de 5 segundos y después está otros 10 ó 15 segundos respirando muy rápido. No suele significar tampoco patología aunque en el momento de la "pausa" más de uno se lleva un susto.

Dentro del grupo de los reflejos, los recién nacidos tienden a estornudar bastante. ¡No significa que estén resfriados! También son muy reactivos a cualquier ruido o cambio de posición, e incluso sin causa aparente, hacen movimientos espasmódicos con los brazos y las piernas como si se asustaran y dieran un pequeño bote.


Y no nos olvidemos del hipo. Casi diario en muchos casos. Por incoordinación transitoria del diafragma, que es un gran músculo que participa en los movimientos respiratorios y que separa la cavidad torácica del abdomen, que es tan prominente en los bebés.


Por último y mucho más "agradable" para todos, los bebés son capaces de imitar alguno de nuestros gestos. Ponlo cerca de tu cara y sácale poco a poco la lengua o abre la boca muy grande. Verás como es capaz de hacer lo mismo que tú como si se estuviera mirando en un espejo. También es simpática la mueca o sonrisa social, a veces porque te empieza a conocer y en otras ocasiones simplemente como reflejo o muestra de placer.... (muy típico cuando acaba de comer y se queda medio en éxtasis...).


Casi todos estos fenómenos, normales y habituales, van desapareciendo progresivamente y no deberían ser motivo de alarma, más bien signo de buena salud y normalidad en el bebé.




Fuente: Diario de una mamá pediatra.



lunes, 26 de octubre de 2015

Hacer memoria. Hacer Historias.

Claudia Moya Dabed
Psicóloga Clínica Infantil
Profesional de Apoyo Fonoinfancia
Memorias, vínculos, historias.
Una tarde de otoño, caminaban madre e hija por el parque, sintiendo una suave brisa en sus caras y jugando con las hojas secas que se desprendían de los árboles. Un aroma interrumpe el trayecto de ambas y la madre pregunta a su hija: “¿sientes ese olor?”, al mismo tiempo que le cuenta como éste la transportó a su infancia y recordó cuando paseaba con su abuela que ya no está. Este párrafo ejemplifica como la memoria genera vínculos a través de los recuerdos de una madre que entregando un relato hace partícipe a su hija de su historia y puede conocer algo más de su abuela. Es necesario crear una ética que tiene por base que la memoria de los niños y niñas está hecha de los vínculos que han establecido a lo largo de la vida, así como de los recuerdos que en forma compartida pueden construir, almacenar y organizar junto a sus adultos significativos. Ocuparse de los niños y niñas es un imperativo porque nos compromete a todos. Cuando lo hacemos le damos un lugar a la memoria y a la verdad. La infancia es un espacio para pensar en el cuidado que hace falta para la construcción de quienes somos como sociedad.
papahijo (9)Todos somos parte de una historia y aportamos a ésta, lo que cada uno hace, dice o siente se registra en un gran continente que supera la propia vida y nos hace pertenecientes a una comunidad. Con nuestros recuerdos constituimos vínculos, al recordar favorecemos la unión con otros constituyendo así, una memoria común, una memoria colectiva. Creamos una historia individual, familiar, escolar, una historia de país, de continente y de mundo. La memoria contribuye a la creación de los que somos y lo que serán nuestros niños y niñas.

“La memoria individual de cada sujeto se encuentra, primero, en el otro, lo que somos o hemos sido en la primera infancia es un recuerdo prestado, que, de ser relativamente apegado a la realidad efectivamente vivida, le da coherencia y sentido a nuestro presente”. “La memoria del niño es la memoria del otro”.(Marchant, 2014).
La memoria del niño o la niña es la memoria del otro, es decir, los adultos significativos que  acompañan a los niños/as durante sus primeros años de vida aportarán con recuerdos que éste o ésta requerirán para su constitución subjetiva. Es así como los adultos transmitirán, entregarán, donarán, traspasarán, comunicarán fragmentos de historia a los niños y niñas  a través de relatos, fotografías, olores, escrituras, canciones, cuentos, texturas y tantos otros medios imaginables  posibles.
Por esta razón, es vital la función de transmisión que los adultos generen. La ausencia de recuerdos, el silencio, los secretos y las omisiones, respecto a los orígenes, la historia del niño o la niña y su familia traerán consecuencias en la construcción de su identidad y por ende en la historia que él o ella podrá trazar.
Como adultos tenemos un trabajo ético: el recordar, el rememorar, el no olvidar. El contestar los cuestionamientos de nuestros niños y niñas por difíciles y dolorosos que como adultos nos parezcan ya que con nuestros recuerdos constituimos vínculos, el recordar nos une y constituye una memoria común, una memoria colectiva.
Es por esto que, el ejercicio de hacer memoria es imprescindible para conocer y reconocer nuestro pasado, estar en el presente y lanzarnos al futuro, ya que finalmente somos lo que recordamos.
La memoria en niños y niñas.
La memoria nos permite adquirir, almacenar y recuperar nuestras experiencias. La adquisición de éstas puede ser es a través de la mirada, la escucha, el olfato, el gusto, el tacto, entre otros. El almacenamiento y posterior evocación de nuestras vivencias pueden ser en palabras, imágenes, olores, colores, sonidos, sensaciones y emociones.
mamahijo (7)Generalmente, se cree que las guaguas, los niños y niñas no tienen memoria, ni emociones. Estas creencias se fundan en la imposibilidad de los adultos para recordar los primeros años de vida. Sin embargo, la bibliografía especializada, explica como la memoria se constituye desde el periodo de gestación.
Las guaguas, luego niños y niñas sí tienen memoria, sólo que es diferente a la que se presenta en la etapa de la adultez. Las células nerviosas que activan la memoria ya están desarrolladas en el tercer trimestre de gestación. Desde el nacimiento, las guaguas desarrollan la memoria de reconocimiento, la que actuará frente a olores, sonidos e imágenes. En el transcurso de los días y las semanas se establecerán rutinas, material que se utilizará para el desarrollo de la memoria a corto plazo, la cual comenzará con el reconocer a las personas cercanas, rechazar a las extrañas y entender algunas palabras. Desde los seis meses, las guaguas podrán recordar sin contextualizar sus recuerdos, sin lograr ubicar éstos en el tiempo y espacio dado que son categorías que aún no se han instaurado en esta etapa inicial de la vida.
Alrededor de los diez meses, comienza el desarrollo de la memoria de evocación que se refiere a la capacidad de recordar objetos que no están presentes. La guagua será capaz de encontrar un objeto que se haya escondido segundos antes. Esta capacidad está relacionada con la característica del desarrollo cognitivo del niño, la “permanencia de objeto” (Piaget, 1952). La guagua mantiene la imagen mental de una persona u objeto aunque éste no esté presente. Existe un clásico juego que ilustra esto y que las guaguas disfrutan muchísimo: “esta no está”,  donde él bebe logra simbolizar una desaparición, una pérdida, dar representación a la ausencia.
Al poder hablar, los niños y niñas comienzan a desarrollar la memoria a largo plazo. Esto es porque el lenguaje favorece la función de simbolización que colabora a su vez en la capacidad de recordar información por períodos más largos de tiempo. A los tres años aproximadamente,  podrán acordarse de hechos, personas, lugares o cosas importantes para ellos o ellas. Niños y niñas comenzarán a evocar y recordar fragmentos de su vida a través de imágenes, olores, colores, sonidos, sensaciones y/o emociones. Es así que gracias a la memoria serán capaces de crear su propia historia.


viernes, 23 de octubre de 2015

Marcha por la Crianza en Brazos organizada por mamás

Marcha por la Crianza en Brazos organizada por mamásMás de 20 mamás de Iquique celebraron el porteo marchando  y danzando con sus hijos e hijas en brazos. De está forma buscaron sensibilizar  a la población sobre los beneficios del uso del portabebé y que no se malcria a un niño/a por estar en brazos. Javiera Molina fue la precursora de esta actividad. Ella es una mamá voluntaria que apoya el uso del Mei Tai que entrega el Sistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo.
Compartimos con ustedes algunas fotos para que esta actividad sea un ejemplo que incentive a diferentes mamás y papás a lo largo del país que quieren aportar con su trabajo voluntario a apoyar el uso del Mei Tai.
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Juntos construyamos comunidades para promocionar una #CrianzaRespetuosa!

miércoles, 21 de octubre de 2015

Acompañar a mi hija-madre

Les compartimos la columna realizada por Soledad Moreno, miembro del Equipo Linea de ayuda para niños, niñas y adolescentes, Fundación ANAR.
Que tu hija adolescente se embarazara probablemente no era lo que querías. Es normal que los padres se enojen, sientan miedo por el futuro, se decepcionen o se entristezcan. Todo eso lo debe haber sentido también tu hija. Junto a esas sensaciones muchas veces también aparece la alegría, el orgullo, la esperanza, la ternura y la preocupación por ese nuevo ser humano que se está gestando. Porque si ser padres es un desafío, ser una mamá adolescente lo es aún más, así como lo es acompañar en el proceso a una hija adolescente.


mamahijo (2)La gestación involucra todo lo que somos: el cuerpo, las emociones y los pensamientos; todo se moviliza para dar lugar a un nuevo ser. Incluso el entorno cambia, ya que si bien es la mujer quién está embarazada, los que están alrededor acunan al bebé con sus cuidados, acogida y protección hacia la guagua y su madre. Los estudios indican que el estado emocional de la madre afecta directamente al bebé a lo largo de su gestación, así como los cuidados de su salud y alimentación. La madre en el proceso de vincularse y de cuidar a su guagua, va construyendo la arquitectura de su cerebro a muy temprana edad,  dándose un proceso indivisible entre el bienestar de la madre durante la gestación y el bienestar presente y futuro del bebé.

Es importante comprender que la gestación es un período sensible para cualquier mujer, que requiere contención, cuidado y protección del entorno, y más aún cuando se trata de una madre adolescente, que por la misma etapa vital que atraviesa, tendrá que enfrentar mayores desafíos, como responder a las presiones del entorno social y relacional (familia, escuela, comunidad), el temor a no estar preparada para hacerse cargo del bebé y el ajuste a roles difíciles de compatibilizar (hija, madre, estudiante), entre otros.
 ¡Ya puede escucharnos!”.
A continuación te presentamos algunas ideas para acompañar a tu hija en este proceso:

a) Contener emocionalmente: Tanto la gestación como la adolescencia son períodos de importantes cambios físicos y emocionales. Es normal entonces que tu hija pueda estar un día más sensible, más triste, enojada consigo misma, a ratos confundida o sentirse inútil o fea. En esos momentos, un abrazo, una palabra amable, sentarse a escuchar sin juzgar, o una pequeña atención como llevarle la once, pueden ayudarla a reconfortarse y recuperar su equilibrio emocional, disminuyendo el estrés y cuidando entonces también al bebé.

escolares (5)b) Acompañar la búsqueda de información y toma de decisiones: Con el embarazo se vienen mil dudas, sobre lo que está bien hacer o no, la salud del bebé, el futuro, el parto o cómo conciliar estudios y maternidad. También a veces hay que tomar decisiones que requieren información clara y veraz. En general, los adolescentes no quieren ni necesitan que se les diga qué o cómo hacer las cosas, pero si requieren alguien de confianza con quién conversar sus preocupaciones, dudas e ideas.  Puedes acompañar estando disponible para escuchar y ayudándole a buscar información confiable (no todo lo que hay en internet lo es), buscando diferentes alternativas y evaluando las ventajas y desventajas de ellas. Al conversar con tu hija evita la charla unidireccional (Tu hablar y aconsejas y ella escucha y obedece), ayúdale a irse conociendo con preguntas, que piense por sí misma, tomando sus propias decisiones ¿Qué quieres? ¿Qué es lo que te gusta de esta opción? ¿Qué pasará si…?

c) Ofrecer apoyo: Que tu hija sepa que cuenta contigo, y que estás interesada en su bienestar y el de su guagua. Pregunta ¿Necesitas ayuda en esto? ¿Cómo puedo apoyarte? Y luego ofrece sólo aquello que realmente estás dispuesta y puedes realizar. Si no puedes apoyar en algo ayúdale buscando juntas donde poder encontrar ese apoyo. “Como yo trabajo, podemos buscar una sala cuna que te ayude con el cuidado de la guagüita y así vuelves a estudiar”. Hay ayudas que pueden ser muy significativas a pesar de ser pequeñas, como “Descansa, yo termino esto por ti” o una vez que haya nacido la guagua ofrecerse a cuidarla para que ella pueda distraerse un momento.

d) Apoyar el vínculo: El vínculo comienza a generarse mucho antes del nacimiento.  Sin embargo, cuando el bebé no es deseado en un inicio, como podría ser el caso de una adolescente, el vínculo podría verse interferido por emociones de rechazo, ambivalencia o temores. Eso no significa necesariamente que la adolescente no quiera a su guagua, sino que requiere adaptarse a la idea. Puedes colaborar con el vínculo evitando especialmente poner el deber ser como exigencia “Tienes que…”, y favoreciéndole a que se conecte, ‘vea’ y sienta a su guagua. Para ello sirve escuchar sus latidos o ver su imagen en la ecografía, además de irse creando una imagen mental de la guagua y de ella cuidándolo. Ayúdale con comentarios como: “¿Qué nombre le quieres poner?” “¡Qué fuerte su corazón, escucha sus latidos!” “Cuando tu guagüita haya nacido, vamos a ir a ese lugar que tanto nos gusta” ¡Qué linda te vas a ver con tu bebé!  Asimismo, conocer el desarrollo embrionario por cada semana puede ir ayudando a crear esta imagen, y comentarlo juntas: “¡Ya es como la palma de tu mano! o ¡Le crecieron sus brazos y piernas!” “¿Por qué no le hablamos?

escolares (2)e) Permitirle seguir siendo hija y adolescente: Que sea madre no significa que es adulta, en otras áreas de su vida sigue siendo una niña que requiere la compañía, guía y apoyo de sus padres, así como también necesita de estructura y límites que la protejan. Necesitará seguir construyendo su identidad y adaptándose a los múltiples roles que debe cumplir, además de ser mamá. Este proceso puede ser muy demandante y necesitará tu apoyo para seguir juntándose con amigos, para elegir pareja, para continuar sus estudios, etc.

f) Permitirle ser mamá: Puede que la veas que es aún es muy pequeña o inmadura para ser madre y eso te tentará a suplirla en su rol, tomar las decisiones y hacerte cargo de tu nieto(a). Si le das espacio y apoyo verás que puede comprometerse con su hijo(a) y hacerlo bien. Siempre podrás estar presente a través de tus consejos, tu ejemplo y la forma en que ya la criaste a ella, ya que todos aprendemos a cuidar de acuerdo a cómo fuimos y somos cuidados. Deberás saber y aceptar que habrá cosas que querrá hacer diferentes, y está bien que así sea, siempre que no pongan en riesgo al bebé. Recuerda que no hay una sola forma de criar y confía en tu hija.

Y finalmente, permítete a ti disfrutar este período, a pesar de las dificultades. Alégrate de los avances de tu nieto(a) y de tu hija, acompáñense en las dudas y sigue compartiendo con tu hija, lo maravilloso del proceso de tener hijos y criar.